En los últimos años han ido apareciendo centros que ofrecen tratamientos de depilación láser realizados por personal muy poco cualificado y a precios muy reducidos.
Esta oferta está perjudicando una técnica muy útil ya que, para poder ofrecer estas condiciones económicas, estos centros trabajan con una aparatología poco o nada efectiva, incluso contraproducente teniendo en cuenta que, en la depilación láser, hay que adecuar los parámetros del haz de luz al tipo de pelo (negro, castaño, rubio, etc.) y al tipo de piel (fototipo) principalmente.
Los parámetros que tenemos que fijar en función de las características del paciente para calentar el pelo y destruirlo son la longitud de onda (nm), la dosis (J/cm2) y la duración (ms). Si no lo hacemos así, es muy posible que, en vez de la destrucción del vello, obtengamos un 'efecto paradójico', ampliamente descrito en la literatura médica, que consiste en la estimulación de los pelos que se encontraban en estado latente y que empiezan a crecer.
La base científica de la terapia fotodinámica, la depilación láser y los tratamientos de coagulación de varículas mediante un haz de luz es la Fototermolisis Selectiva, que significa que las diferentes estructuras del cuerpo reaccionan frente a diferentes longitudes de onda y tardan más o menos tiempo en alcanzar unas determinadas temperaturas que permitan la coagulación, la desnaturalización o la destrucción de aquella estructura sin dañar las estructuras circundantes.
Un hecho cada vez más habitual es que los láser para depilación que utilizan en estos centros necesiten un tiempo excesivo para dar con la dosis adecuada, de forma que el calor que se está concentrando en el pelo se disperse y empiece a quemar las estructuras circundantes, como por ejemplo la piel.
Otro aspecto importante en la depilación láser es adecuar el intervalo de sesiones en función de las diferentes fases de crecimiento del pelo en las diferentes zonas del cuerpo. Del mismo modo que no tiene sentido afeitarse cada tres horas, tampoco lo tiene hacer sesiones de depilación láser en la cara antes de tres o cuatro semanas o antes de seis u ocho en la resta del cuerpo, excepto en casos concretos.
También es muy importante que los centros que realicen tratamientos de depilación láser se preocupen por la protección ocular del paciente, con la utilización de gafas protectoras que protegan de forma efectiva y segura. Sino, se pueden provocar daños de diversa índole en los ojos (dolor ocular, pérdida visual, ojo rojo o la lesión del iris y la retina, entre otros).
No obstante, en manos de profesionales y con los equipos y los protocolos de tratamiento adecuados, los beneficios de la depilación láser son muchos. En este artículo te explicamos por qué depilarte con láser en IDERMA.