La exposición al sol puede ser recomendable en personas que sufran dermatitis atópica o ictiosis.
El dermatólogo debe ser siempre quien establezca las pautas de exposición solar personalizadas para cada paciente de modo que solo se obtengan los beneficios del sol y minimizando los riesgos de la exposición a la radiación ultravioleta.
Las recomendaciones generales son:
- Se debe realizar una exposición solar moderada y progresiva, evitando siempre la producción de quemaduras.
- El uso de fotoprotectores no impide los beneficios inducidos por la helioterapia en pacientes que sufren dermatitis atópica o ictiosis.
- Dado que muchos de los pacientes afectados por dermatitis atópica son niños, tendremos en cuenta las recomendaciones de la fotoprotección en la infancia, utilizando preferiblemente filtros físicos.
- Se deben evitar los protectores solares cuyos excipientes contribuyan a resecar la piel (geles, lociones alcohólicas, etc.), resultando muy útiles los que sean hidratantes y ricos en ácidos grasos esenciales (omega 6), ceramidas, etc.
- No se recomienda la exposición solar ante la existencia de pitiriasis alba o dartros acromiante, ya que representan zonas de inflamación por sequedad que momentáneamente lesionan la piel impidiendo su bronceado.
- No se recomienda la exposición solar ante la existencia de lesiones faciales de dermatitis atópica del adulto (caja roja atópica), en las que la luz ultravioleta (principalmente UVB) actúa como factor agravante y desencadenante.