Hay partes del cuerpo que acumulan grasa rebelde difícil de eliminar.
En ocasiones, el exceso de grasa no tiene que ver con los kilos de más. Incluso estando en un peso adecuado, podemos tener grasa localizada en zonas concretas de nuestro cuerpo que no conseguimos eliminar con una dieta equilibrada ni el ejercicio físico regular.
Estos depósitos de grasa, cuando no están causados directamente por el sobrepeso o la obesidad y no mejoran con hábitos de vida saludable, dependen de diferentes factores entre los que destacan la edad, el sexo, la genética o cuestiones hormonales.
De hecho, la cantidad de grasa corporal aumenta de manera constante después de los 30 años y, con el paso del tiempo, esta se hace mucho más difícil de eliminar.
En el caso de las mujeres, esta grasa rebelde acostumbra a localizarse en la zona de la cintura, las caderas, los glúteos, los muslos y los brazos. Los hombres, en cambio, tienen tendencia a acumular grasa en la zona abdominal, los laterales de la cintura y la espalda.
Asimismo, es habitual que estas áreas con grasa localizada vayan acompañadas de flacidez. Sobre todo, si hemos adelgazado mucho en poco tiempo o después de los embarazos, como consecuencia de la rápida distensión de la piel y su posterior retracción.
Precisamente por la dificultad de conseguir una mejoría a través de la dieta y el ejercicio, la grasa localizada y la flacidez suelen causar mucha frustración entre hombres y mujeres y son frecuentemente motivo de complejo.
Nuestra especialista en cirugía plástica, estética y reparadora, la doctora Montse Salvador, nos explica que estas redondeces se deben a “un acúmulo de grasa en exceso por encima de nuestro panículo adiposo, que todos tenemos bajo la piel”.
A pesar de que los buenos hábitos pueden ayudarnos a reducir el tejido graso en todo el cuerpo, la especialista en cirugía estética de IDERMA - Instuto de Dermatología Avanzada del Hospital Universitario Dexeus de Barcelona advierte que esta grasa localizada “nunca desaparece, porque en estas zonas (especialmente, flancos, abdomen y piernas) hay más volumen depositado. Además, no se actúa sobre la fisiología y los mecanismos que han hecho que se deposite más cantidad en estas partes del cuerpo. Asimismo, se trata de una grasa muy ‘hormonal’ y si hablamos también de celulitis, esta está muy relacionada con el sistema circulatorio y de retorno venoso”.
Por este motivo, si se quiere eliminar de forma definitiva estos depósitos grasos y mejorar al mismo tiempo la silueta y la flacidez de la piel, la mejor opción es un procedimiento láser conocido como lipoláser.
Hay que tener en cuenta que esta grasa rebelde “es generalmente más dura, porque está tabicada mediante tractos fibrosos entre los adipocitos. Esto se manifiesta sobre todo en los flancos y las piernas con celulitis, donde además de los depósitos grasos cohexiste inflamación crónica debida a la mala circulación venosa. Es por esta razón que el uso del lipoláser nos facilita la eliminación de estos tractos fibrosos mediante el calor, sin ser necesaria tanta fuerza para su extracción. A su vez, esta menor agresión produce menos inflamación, menos morados y una recuperación más rápida”, afirma la doctora Montse Salvador.
Para la grasa más superficial, en IDERMA también contamos con técnicas como la carboxiterapia o la radiofrecuencia médica.