La delicada piel del contorno de los ojos

La delicada piel del contorno de los ojos

A través de la mirada, conseguimos proyectar muchas emociones. Desde la alegría a la tristeza, pasando por el cansancio y la preocupación.

Los ojos son, sin duda, la parte de nuestro cuerpo con mayor proyección emocional. También es la zona más vulnerable, ya que la piel del contorno del ojo es la más fina de nuestro cuerpo y está sometida a una actividad constante.

A lo largo del día, parpadeamos decenas de veces por minuto y realizamos miles de contracciones de los músculos de la zona ocular. Gracias al parpadeo, nuestros ojos se mantienen protegidos e hidratados y podemos expulsar todas aquellas partículas (arena, polvo, polen, etc.) que hayan podido entrar en la superficie ocular. Asimismo, involuntariamente contraemos los músculos que rodean nuestros ojos al gesticular (cuando reímos o lloramos, fruncimos el ceño, entrecerramos los ojos, etc.).

Toda esta actividad constante hace que las primeras líneas de expresión y arrugas de la piel aparezcan normalmente en el contorno de los ojos. Son las llamadas ‘patas de gallo’.

En el caso de las ojeras, normalmente tienen un componente hereditario, aunque se hacen más patentes con el paso de los años. La explicación está en que la piel del contorno de los ojos se vuelve, con la edad, más delgada y menos tersa, por lo que los vasos sanguíneos subcutáneos se hacen más visibles. A su vez, estos vasos sanguíneos suelen estar más dilatados.

También es cierto que el cansancio, la falta de sueño, la retención de líquidos, los cambios hormonales, el tabaco, el estrés o ciertos medicamentos y enfermedades pueden empeorar las ojeras y hacerlas más visibles.

Respecto a los párpados y a las bolsas de los ojos, ambos rasgos pueden dar un aspecto entristecido y cansado a la mirada. En el caso de los párpados, sobre todo en los párpados superiores, la flacidez de la piel puede dar un aspecto soñoliento e incluso afectar a la visión. Esta pérdida de firmeza tiene lugar como consecuencia del proceso de envejecimiento, pero puede retrasarse con unos buenos cuidados de la piel.

En el caso de las bolsas, también se pueden formar con el paso de los años, ya que los músculos y la piel alrededor de los ojos se debilitan y, en consecuencia, puede acumularse grasa y líquido en la zona de los párpados.

Por este motivo, es fundamental saber cómo cuidar la piel del contorno de los ojos y cuáles son los productos más indicados para esta zona. 

 

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ANDREU MARTINEZ, RAQUEL

ANDREU MARTINEZ, RAQUEL

Especialista coordinadora de la unidad Láser de IDERMA y cuidado estético de la piel