Protección solar en el deporte

Protección solar en el deporte

Diversos estudios relacionan la práctica de deportes al aire libre con un mayor riesgo de sufrir cáncer de piel. Por ello, es necesario fomentar unos buenos hábitos de protección solar entre quienes practican este tipo de deportes, especialmente en esta época del año y entre la gente más joven.

1) Infórmate previamente de las condiciones meteorológicas en las que tendrá lugar la práctica deportiva. La mayoría de teléfonos inteligentes disponen de una aplicación para el tiempo. Fíjate en el índice de radiación ultravioleta (índice UV). Si indica un número 3 o superior, debes seguir estas medidas de protección solar y extremarlas cuando mayor sea el número del índice UV. 

 

2) No bajes la guardia en los días nublados. Aunque no percibamos calor, hasta el 80% de la radiación ultravioleta puede atravesar una nubosidad poco densa. 

El viento también reduce la sensación de calor y da una falsa sensación de protección, pero el daño solar en la piel no disminuye. 

 

3) Si practicas deportes de agua (natación, triatlón, surf, vela...) debes saber que cualquier medio acuático refleja un 5% de la radiación solar, aumentando la cantidad de radiación que acaba recibiendo la piel. Asimismo, hay que secarse a conciencia después de cada baño. Las gotas de agua hacen un efecto lupa sobre la piel, disminuyendo la eficacia del fotoprotector y favoreciendo las quemaduras.

 

4) El asfalto refleja hasta un 4% de la radiación solar, así que protégete bien cuando hagas running o ciclismo aunque sea pronto por la mañana o a la tarde. 

Si te gusta jugar a las palas o a volley en la playa, debes saber que tu piel recibe un 15% más de la radiación ultravioleta por el reflejo de la arena

Para los amantes del golf, el futbol o el hockey, tenéd en cuenta que la hierba refleja un 25% de la radiación solar, por lo que debéis extremar las medidas de fotoprotección. 

 

5) En la medida de lo posible, se debería evitar la práctica de deporte al aire libre en las horas centrales del día (entre las 12.00h y las 16.00h). Hay que aplicar siempre un protector solar con un Factor de Protección Solar muy alto (FPS +50) y que indique que es 'resistente al agua' incluso cuando no practiquemos deportes de agua, ya que el sudor también reduce su capacidad fotoprotectora y su duración. Por esto motivo, hay que reaplicar el producto con frecuencia. 

Actualmente existen en el mercado fotoprotectores específicos para la práctica deportiva. Eso sí, aunque algunos productos pueden aplicarse directamente en la piel mojada, siempre es más recomendable la aplicación de los mismos con la piel seca, lográndose así una más efectiva fotoprotección.

 

6) El 85% de los tejidos utilizados en la confección de camisetas deportivas 100% polyester ofrecen una protección muy alta o excelente frente a diferentes efectos biológicos de la radiación ultravioleta. También existen prendas tratadas especialmente para ofrecer protección frente a los rayos UV. En cualquier caso, si no se usan prendas técnicas, hay que tener en cuenta que los colores oscuros absorben una mayor radiación ultravioleta que los colores pastel y que la ropa mojada pierde gran parte de su capacidad protectora. 

Hay que usar siempre una gorra con visera o sombrero y proteger los ojos con gafas de sol homologadas.

 

7) Si hacemos ejercicio cuando el sol es intenso, corremos el riesgo de sufrir una insolación o un golpe de calor.

Para evitarlo, es imprescindible seguir todas las recomendaciones anteriores.

También hay que aumentar la ingesta de líquidos, beber sin esperar a tener sed, tomar bebidas isotónicas o geles si la actividad física es intensa, evitar las comidas muy copiosas y realizar el ejercicio siempre que sea posible en la sombra o en una zona cubierta. 

 

8) Las medidas de protección solar deben extremarse siempre cuando se trata de los niños. Recordemos que los primeros 18 años de vida son primordiales en la lucha contra el cáncer cutáneo, ya que la exposición recibida durante la infancia es alrededor del 50% de la exposición recibida a lo largo de toda la vida y se ha constatado que los niños reciben tres veces más radiaciones ultravioletas B (UVB) que los adultos. Usar fotoprotector en esta etapa puede llegar a reducir las posibilidades de sufrir esta enfermedad en un 80%.

Comparte Este Post:

GONZALEZ CASTRO, JOSEP

GONZALEZ CASTRO, JOSEP

Dermatólogo. Cirugía General y Oncológica. Terapéutica Láser. Jefe del Equipo