Más allá de la adolescencia, el acné puede aparecer también en la edad adulta.

El acné puede aparecer una vez superados los veinte y prolongarse hasta los 35 o 40 años. En la edad adulta, sin embargo, se trata de una patología mayoritariamente femenina. De hecho, “la prevalencia del acné en adultos es de aproximadamente un 3% en los hombres, y un 12% en las mujeres”, afirma la doctora Gemma Márquez, dermatóloga de IDERMA. Esta diferencia de afectación entre sexos se da por las particularidades de la constitución hormonal femenina. 

El acné tardío suele manifestarse con lesiones en el mentón y alrededor de la boca de forma predominante, con escasos comedones o miniquistes y numerosas lesiones inflamatorias más o menos profundas. Se exacerban los días previos a la menstruación, y dejan, cuando evolucionan, manchas o cicatrices.

Las causas del acné en la edad adulta no se conocen del todo. No obstante, se sabe que “influye una mayor secreción de sebo en pacientes que presentan acné persistente (la continuación del acné de la adolescencia). Además, pueden influir factores externos como cosméticos o fármacos, tipo de trabajo, alteraciones hormonales y antecedentes familiares de acné”, explica la doctora Gemma Márquez. También el tabaco es un promotor del acné.

Aun así, el acné en la edad adulta “suele ser leve o moderado y las lesiones pueden ser persistentes o bien cursar brotes como por ejemplo, en el periodo premenstrual”, explica la dermatóloga.

A pesar de que el acné no tiene ninguna repercusión en la salud, “las secuelas del acné, predominantemente a nivel facial, pueden afectar enormemente la autoestima de las personas afectadas y mermar su calidad de vida”.

Por ello, hay que acudir al especialista para que pueda aconsejar las pautas de cuidados adecuados que ayuden a controlorar el acné o a curarlo y, sobre todo, para evitar futuras cicatrices. Muchas veces en el caso del acné adulto no se hace nada para tratarlo o se recurre a remedios caseros que muchas veces lo empeoran. 

Cuando el acné ha producido marcas o cicatrices permanentes, en IDERMA contamos con la última tecnología y técnicas para su tratamiento.